Contenta y abrumada. Así me encuentro. Tener una nótula (la 786) en la web http://www.gentedelpuerto.com/2010/09/28/786-eva-maria-marin-ares-artesana-de-la-almazuela-o-pactchwork/, es un honor, una ilusión que queda ahí, flotando por la Red, algo más para recopilar en el resumen de mis anécdotas. Abrumada, porque en el mundo del patchwork no soy nada, nadie (aunque a entusiasta puede que no me gane nadie), y aparecer ahí con mis humildes cosas, imperfectas, es más que una "cuestión de patch", es mi "quiero-puedo" de aprendiz frente al escaparate. Contenta, porque como porteña, no hay nada más grato que tu nombre, tus fotos, una pequeña síntesis de tu vida se vea reflejada en la web de tu ciudad, una web importante como Gente del Puerto.
Me ha venido a la memoria cuando escribía en Noticias Locales (prensa local de aquí) y mi nombre y aquella pequeñita foto también pululaban por las calles de El Puerto; y verme, no sin sonrojarme, en la entrevista en Telepuerto ó mi voz por la radio aquellos jueves en los que me tocaba leer artículos de opinión. Siempre con la timidez y la inseguridad que me caracteriza, con la certeza de estar continuamente aprendiendo. Implicada siempre en lo que vivo cada momento.
Y en éste que me encuentro, es un instante templado que trato de mantener en mi rutina. Guardar como oro en paño, los recortes que la curiosidad me ha llevado a realizar, pensando que, como en las pelis, cuando pase el tiempo, mi hijo y sus hijos y los hijos de sus hijos me descubrirán como la antepasada inquieta que siempre necesitaba aprender a crear para vivir. O aprender a vivir para crear, según se mire.
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